MI AMIGA LA LECHUZA 

Llegaste una noche, reposada y tranquila
en una hora que no cuentas desvelos
y en la que los niños se colman de sueños.

¿De dónde vienes, amiga lechuza?
quizá de esos extensos campos donde no escuchas risas
quizá de esas grandes cuevas que no te dan la mejor vista.

Tu silencioso aleteo se detuvo frente a mi ventana
cuando llegaste una noche
reposada y tranquila
a la luz del brillo de una clara luna
cuando tus plumas rozaba una suave brisa.

¿Qué te hizo detenerte aquella noche clara
oh amiga lechuza, frente a mi ventana?
Quizá las alegres voces de esos niños que no querían dormir
o quizá sus travesuras que los hacían reír.

Y ahí estabas, amiga lechuza
viéndonos
con tus ojos grandes e impertérritos
¿Tendrás al lado tu nido que debes cuidar?
tal vez un animalito piensas cazar
¡ o nos visitas porque cerca de la gente te gusta habitar!.

¿A dónde te habías ido 
aquellas noches que te extrañamos?
¡No te vayas lechucita!, que estamos aquí para contar desvelos
que te esperamos antes que nuestros hijos se froten los ojos
y la noche los colme de sueños.


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