Ya voy dos semanas internada en la clínica y es posible que me quede aquí hasta dar a luz, que puede ser dentro de 15 días. El día que vine a hacerme el monitoreo fetal y no sabía que ya estaba haciendo trabajo de parto. Las contracciones eran bastante rítmicas y el diagnóstico fue amenaza de parto prematuro. Ante nuestra sorpresa y sin imaginarlo me quedé, pues aquí me controlan las contracciones con una medicina que me suministran vía intravenosa desde un aparato llamado dilator. Mis chibolitos no se pueden adelantar hasta que sus pulmones maduren. Lo mínimo es esperar dos semanas más, en reposo absoluto. Es decir, estar en cama todo el día, incomodísima, cansadísima y aburridísima. La paciencia es lo único que me queda.

Una de las explicaciones que he recibido para saber por qué he tenido fuertes contracciones antes de tiempo, es que los gemelos son bastante inquietos, se mueven demasiado (no se a que hora duermen) y sus movimientos producen la dilatación del útero. Otra es que el útero está tan distendido, así como la piel de mi vientre ( por ser primeriza) que se contrae. Lo otro es que simplemente es habitual que una gestación gemelar se adelante. La mayoría de los gemelos y mellizos no llegan a los 8 meses.


Dentro de dos semanas, recién cumpliría ocho meses. Desde ese momento los gemes estarían listos para salir al mundo. De todas maneras me harán una ecografía antes para saber su estado. Si ellos ya quieren nacer hace rato, yo me uno a su deseo para que ese día se concrete pronto. Los días en la clínica, que felizmente están pasando rápido, me han dado más ganas de tenerlos lo más pronto posible. Ignacio y Gael tengan paciencia por fa!!!…ya estamos haciendo los preparativos para recibirlos… con muuuuchos detalles de amor y cariño.

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